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AVAL: qué es, qué tipos hay y para qué sirven
El significado de aval es simple, es responder solidariamente por persona o empresa ante un tercero. Pero existen diferentes tipos en función de quién lo solicite y cuál sea su función. Explicamos la definición y las partes que intervienen.
Definición de Aval
El aval es un contrato de fianza y compromiso de pago a favor de un tercero, que recibirá la prestación en caso de que el avalado no cumpla lo estipulado en un contrato. Según la RAE, el significado de aval es la “obligación que alguien adquiere de hacer aquello a lo que otra persona se ha comprometido, en caso de incumplimiento” y su origen está en Londres donde se crearon para operaciones mercantiles como letra de cambio.
Intervienen tres partes:
Avalado
El avalado es la persona física o jurídica que contrata un aval como garantía de pago ante un tercero. De esta forma, queda respaldado por una entidad bancaria o compañía aseguradora ante el incumplimiento de un contrato.
Avalista
Los avalistas pueden ser particulares, entidades bancarias (avales bancarios) y compañías aseguradoras que emiten garantías mediante Seguro de Caución.
Beneficiario del Aval
Los beneficiarios son la parte contraria del contrato, es decir, quién debe ser compensado económicamente por los daños producidos por incumplimiento de contrato.
Ejemplo de Aval
Un claro ejemplo puede los avales para Administraciones Públicas. Supongamos que una empresa resulta adjudicataria de un contrato público para prestación de servicios. En este caso, la Administración competente solicitará esta garantía por si la empresa no cumple con las condiciones del contrato.
Si se produce el incumplimiento, la Administración podría solicitar la ejecución de la garantía recibiendo la indemnización correspondiente por los daños causados. Este es un ejemplo de aval técnico.
Tipos de avales
Principalmente podemos distinguir dos tipos: según la obligación y según quién sea el avalista.
Según la obligación
En este caso existen tres tipos de avales:
- Técnico donde se garantiza el cumplimiento de una obligación no económica, como por ejemplo una obra o servicio.
- Económico que están destinados a garantizar el pago futuro de una obligación, como puede ser un alquiler o un aplazamiento de impuestos.
- Comerciales enfocados principalmente en operaciones de importación y exportación, donde las empresas necesitan garantizar el pago de aranceles e impuestos en los movimientos de mercancías. También los puedes encontrar como garantías aduaneras.
Según quién sea el avalista
- Personales para respaldar las obligaciones de pago por una persona física con mayor solvencia económica, por ejemplo, cuando se solicita un avalista para conceder una hipoteca.
- Bancarios o seguro de caución donde se protege al avalado durante un periodo concreto de tiempo, sea para personas físicas, jurídicas o empresas.
Diferencias entre el aval bancario y el seguro de caución
La principal diferencia entre los tradicionales y el seguro de caución es la económica, además de las ventajas financieras a favor de la caución. Dicho de otro modo, el seguro de caución es más barato y financieramente más rentable para las empresas y particulares que necesitan aportar una garantía.
A diferencia de los emitidos por entidades bancarias, el seguro de caución no computa en CIRBE, no suele tener pignoración y ni gastos extras. Como conclusión, podemos decir que contratar un seguro de caución como garantía para tu empresa mejora de su capacidad crediticia.
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